El proyecto

Rebeldes y libertarias

Nada está completo sin el testimonio de las mujeres de la resistencia antifranquista. Dentro de los numerosos estudios consagrados al antifranquismo, los dedicados a las mujeres siguen ocupando un espacio marginal. Por ello aquí una modesta contribución a la recuperación de la memoria histórica dedicándoles unas páginas y tomando nota de las experiencias de Maricuela, Araceli y Amelia. Un recuento de cuando lo privado era político, de aquellos pequeños actos cotidianos que iban contra las normas establecidas, como es el caso de Maricuela, quien colaboraba con el ejército republicano haciendo lo que siempre había hecho: cocinar, vestir, cuidar….pero arrastrándose por las trincheras. El papel de las mujeres fue mucho más allá, siendo fundamentales en la reconstrucción de las organizaciones políticas de izquierdas en la clandestinidad durante la posguerra. Serían las mujeres, menos marcadas políticamente, las que iniciarían la actividad clandestina tras la guerra,  tejiendo la “malla de cristal” que formaba la infraestructura de las organizaciones. También recogemos los testimonios de Araceli y Amelia, parte de esos miles de “niños de la guerra” enviados a la Unión Soviética para evitarles los rigores del conflicto. Partieron del Puerto de El Musel. Pero con la entrada de la URSS en la II Guerra Mundial y la invasión nazi de las zonas en las que habitaban, la historia dio un nuevo e inesperado giro…

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