En pleno centro de Cimavilla, el barrio más
antiguo de la ciudad, la plaza está situada delante del edificio de La
Tabacalera, de ahí que se conozca popularmente con este nombre. Esta fábrica de
tabacos, levantada sobre un antiguo convento, fue la primera industria de peso
en la ciudad. Mantuvo su actividad desde 1842 hasta su clausura en el año 2002, a pesar de las
múltiples promesas que se hicieron para garantizar su viabilidad. En los
últimos años se han encontrado restos arqueológicos y hoy está en proceso de
convertirse en museo municipal.
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